Pero también está bien recordar que alguna vez las cosas son distintas. La última vez que me pasó, era un día de niebla en una montaña llena de nieve, fácil de subir pero más dificil de bajar si no ves... Paro no importa, vamos para arriba, que llevo el GPS y al volver, solo tengo que seguir el track... Y cuando llego arriba, saco el GPS de la tapa de la mochila, y me encuentrocon la enfermedad típica de los etrex... la pantalla a rayas.

Le puse pilas de repuesto, lo meti debajo del forro polar, le encendí la luz, pero no hubo manera de "recuperarlo". Y menos mal que al principio la huella se veia en la nieve y luego la niebla levantó. Porque si no hubiera tenido que hacer lo que vosotros, mapa, brujula (que afortunadamente llevaba) y a contar pasos.
Aquel día comprobé en mis propias carnes que como dicen todos los manuales, no se puede depender de un chisme a pilas (y que no se puede llevar en la tapa de la mochila cuando hace frío, por lo menos el mío). Y cuento esto para recordar una vez más lo que ya sabeis. Un gps bien utilizado es casi infalible, pero a veces te deja tirado por lo que nunca debe ser tu unico elemento de orientación.

Por cierto, el GPS volvió a funcionar al llegar abajo. A veces parece que hasta tiene sentido del humor...